LAS VITAMINAS: Vitamina D

La vitamina D corresponde al grupo de las llamadas vitaminas liposolubles (solubles en lípidos), (lípidos=grasas).Las otras vitaminas son las famosas A y E
Con la vitamina D, absorbemos, a nivel intestinal el calcio presente en nuestra dieta, ayundándolo a depositarlo en el cartílago para formar la masa ósea, tan importante para la mujer.

Otra vitamina no tan conocida, pero no menos importante, es la vitamina K con la que se complementan a la perfección, participando en la producción de una proteína exclusiva del hueso llamada osteocalcina.
El manganeso, el cobre y el zinc son los minerales importantes para formar las encimas correspondientes para la fabricación de la matriz ósea.

La vitamina D es sintetizada en la piel, gracias a la luz solar, se recomienda de unos 15- 30 minutos al día con protección solar, exponer alguna parte de nuestro cuerpo, ya sean piernas o brazos. Por eso en invierno hay que aprovechar al máximo los días soleados, ya que en verano hay que ir con mucho cuidado, porque también tenemos que cuidar nuestra piel.

Es interesante saber que si se es, morena/moreno de piel, pueden haber posibilidades de que hayan niveles más bajos de vitamina D que cuando se es blanca de piel, por la sencilla razón de que la melanina que es nuestra defensa, al tener la piel más oscura nos previene de la mayoría de las radiaciones ultravioletas, pero no por ello, nos tengamos que exponer más de lo recomendado.

Quiero mencionar las bondades de otro mineral, con el cual podemos mejorar nuestro nivel de vitamina D, y es el boro.
El boro contribuye en la activación de la vitamina D y en la relación que ha de haber entre el calcio y el magnesio. Se puede tomar como suplemento para el tratamiento de la osteoartritis y actúa como si fuese una hormona, simulando biológicamente algunos efectos de las terapias hormonales sustitutivas con estrógenos, sin sus peligrosos efectos secundarios famosos. Maravilloso mineral para la mujer y tan desconocido. Con unos 3 mg diarios de boro es suficiente.

La vitamina D durante el embarazo y la lactancia es mucho más demandada, por lo tanto es aconsejable una dosis de 10 microgramos al día, también podemos encontrarlo escrito de esta manera (400 U.I.).
La dosis necesaria en una dieta equilibrada en un adulto es de 2,4 miligramos diarios. En los famosos aceites de pescado, el huevo y el polen, con un contenido de 1600 U.I. por cada 100 gramos.













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