Tener unos buenos hábitos

Después de ser conscientes de la importancia que tiene el “acto” de cocinar, debemos tener en cuenta siempre, la estación en la que nos encontramos y dispondremos de las verduras y frutas del momento, preocupándonos que sean de “proximidad”. Ya que energéticamente es bueno para nuestra salud, porque han crecido, madurado y recolectado, para que lleguen a nosotros lo antes posible y aprovechemos al máximo sus propiedades, evitando así la conservación excesiva en cámaras industriales. Pienso que también es importante, fomentar el consumo de proximidad, para que nuestra payesia no se pierda.

Para conservar nuestra salud, estas frutas y verduras que consumimos, han de ser, preferiblemente, de origen biológico. Los productos del huerto labrados equilibradamente, con fertilizantes naturales y sin productos químicos, suelen tener peor aspecto externo, pero contienen más vitaminas, azúcares y proteínas.

Cocinando de forma tradicional y casera, respetando los tiempos de cocción, conseguiremos que el alimento nos aporte todas sus cualidades.

Escuchando nuestro cuerpo y atendiéndolo como se merece, nos alimentaremos a razón de la climatología del momento, obteniendo confort y bienestar interior en estaciones de climatología extrema (verano-invierno).

La Alimentación Energética

La Alimentación Energética

Que el alimento sea tu medicina, y la medicina tu alimento.

Esta gran frase para mí, la pronunció Hipócrates (460-377 a.C.)

Acceder a una alimentación sana y acorde, a la estación en tránsito, era algo básico y natural. Teniendo en cuenta la manera en cómo vivimos hoy en día y las prisas, para llevar a cabo una buena alimentación, lo que considero un problema, más el procesado y conservación en cámaras de verduras y frutas, restándoles naturalidad y energía perdiendo así el beneficio de cuando la tierra te da el fruto y tu, luego lo consumes.

Nuestra alimentación se ha ido alejando cada vez más, de nuestra cocina tradicional. El tener poco tiempo para cocinar y el cansancio, hace que no le demos la importancia suficiente que tiene el "acto" de cocinar. La importancia que supone poner toda la atención de nuestros sentidos. Cuando cocinamos, ha de ser un ritual, desde el momento en el que nos colocamos el delantal (el que lo utilice), organizando los alimentos, leyendo la receta o en la cocina del día a día. Es una combinación de relax y concentración, a la vez.

Escoger los alimentos de la estación en la que estamos, además de ser más económico, estariamos más en "sintonía", por así decirlo, con las necesidades de nuestro organismo.